Hoy leemos atr, pero cuáles eran los códigos en ese entonces

leer en epocas pasadas

Recuperar es uno de los ejes principales de nuestro trabajo.

Ya hace tiempo que estamos transitando la era de la desaparición de la carta escrita, si bien a diario leemos y escribimos infinidad de mensajes, lo hacemos por vía electrónica. Perdemos el contacto con el papel, no nos manchamos las manos con tinta, la escritura cursiva está lamentablemente en vías de extinción y con ella nuestra identidad en el simple gesto de un trazo.

Comprender cómo se escribía en aquel contexto es fundamental para el análisis de la letra. Investigar y sumar otras ciencias y disciplinas que atraviesan la escritura es esencial a nuestro proceso de diseño y desarrollo.
La paleografía nos presenta valiosos conocimientos sobre la historia de la escritura, sus características propias de la época, su evolución y transformación constante a través del tiempo.
La antropología social suma un gran aporte a nuestra investigación, nos permite entender ese contexto en el cual se desarrolla la cultura escrita y la relación del ser humano con la disciplina.

Hoy leemos atr, pero cuáles eran los códigos en ese entonces.

Pero si nos situamos en épocas de virreinato, momento de la historia que compromete a nuestros dos proyectos, cómo era leer y escribir en aquellos tiempos?

La enseñanza de la escritura era uno de los ejes principales de la educación, pero sabemos que no todos podían acceder. Saber leer y escribir era un privilegio de blancos (españoles o criollos).
Los que leían eran pocos y los que leían y también escribían eran aún menos, en aquellos tiempos eran prácticas separadas y muy diferenciadas.

Para aprender a leer, las lecciones eran grupales y se apoyaban en la repetición oral colectiva. Pero para aprender a escribir no solo era fundamental cierta destreza y habilidad, lo que hoy llamamos motricidad fina, sino que también era más costoso al requerir de clases individuales. Por otra parte, en el proceso de aprendizaje eran necesarios materiales como el papel, la tinta y la pluma, que no eran accesibles e incluso por momentos escaseaban.